La historia de Manchas se podría resumir de la siguiente manera, el perro no muerde si no se le pega.En este caso “el perro” son los goblin a los que esclavizaron los humanos al llegar a Khorvaire y estos le han “mordido” en venganza a todos los que han podido.

Manchas nació en las Montañas Dique, al norte de Cyre, en un pequeño poblado mestizo cercano a una gran ciudad hobgoblin llamada Darguun, nombre homónimo que recibiría la región tras su “independencia” al acabar la guerra. Los clanes hobgoblin conocidos cómo los Ghaal’dar se asentaron en las motañas Dique, pero durante la guerra, la demanda de mercenarnios atrajo a un número cada vez mayor de goblins de las montañas para luchar por Cyre y Breland.

Al final de la guerra, un brillante hobgoblin llamado Lhesh Haruuc Sharaat’kor, reconoció que los goblins se habían convertido en el poder militar dominante en la región. Al unir a los Ghaal’dar bajo su estandarte, Haruuc se apoderó del territorio que se suponía que debía proteger.

Las Cinco Naciones no estaban preparadas, y Breland rápidamente negoció una alianza con Haruuc para asegurar la frontera. Cyre luchó contra los goblins hasta el Día del Luto, pero la mayoría de los delegados involucrados en la creación del Tratado de Tronofirme eligieron reconocer a la nueva nación de Darguun para garantizar la paz. Una paz hacia los otros reinos, pero una condena para todos aquellos no goblins que vivían en la nueva Darguun.

Lhesh Haruuc Sharaat’kor quiso cobrarse venganza por la antigua esclavitud hacia los suyos e inició una campaña de “reclutamiento” por toda la nueva región, en la que raptaba por azar a cinco niños de cada asentamiento y prometía entrenarlos cómo “Artistas de coliseo”.

Manchas fue uno de esos niños. A los 12 años empezó a ser entrenado para el combate, para vivir o morir en duelos 1 contra 1 en la nueva Arena de Darguun. Manchas aprendió rápido y sus “siete vidas” parece que le salvaban de caer en combate. Fue creciendo y se fue haciendo un nombre hasta que el propio Lhesh Haruuc Sharaat’kor le nombró su “Campeón Gladiador” y lo mandó al frente de batalla contra los gnomos de Zilargo, para “Honrar su buen nombre y el de su coliseo”. A medio camino del campo de batalla, cuando su compañía paró a descansar en una pequeña población pesquera al final del río Ghaal, manchas escapó y se coló de polizón en uno de los barcos mercantiles que acababan allí su ruta, y sin saber hacia donde se dirigía la embarcación llegó hasta Sharn, La Ciudad de las Torres.

Una vez en Sharn, sin saber muy bien cómo iba a ganarse la vida, trató de encontrar algún trabajo digno, pero tras varios días sin comer hizo la pregunta equivocada a la persona equivocada: “Hola, buen señor… ¿Sabría usted donde puede un buen guerrero ganarse unos cobres? Es solo para pan y agua, llevo ya tres días sin comer”. Este hombre le recomendó una “taberna” de Menthis Inferior llamada el Anillo Ardiente, allí se celebraban peleas ilegales donde la gente podía apostar sin impuestos. Entonces Manchas pensó: “Bueno, al fin y al cabo luchar es lo mejor que sé hacer, y aquí lo haré libremente”.

Tras varios meses invicto, Manchas llamó la atención de un gnomo llamado Castar, miembro del Clan Boromar, los dueños del Anillo Ardiente. El gnomo envió a Morr, su hombre de confianza, a “Sacar de ahí al chico”, “Tiene mucho potencial”. Morr fue a buscar a Manchas y le ofreció entrar en la familia, Manchas no lo dudó ni por un instante.