Nadie sabe mi verdadero nombre, quizá porque incluso yo estoy cerca de olvidarlo. Ese nombre solo me ha aportado vergüenza y exclusión dentro de mi pueblo. Hace cinco años la Casa Tarkanan me encontró y me entrenó en el uso de la Marca Aberrante, además de darme un trabajo cómo Agente Aberrante. Como agente de la Casa Tarkanan he realizado múltiples encargos, pero hace un año me llegó uno que en palabras de mi superior “Requerirá de tiempo de estudio e infiltración”. Debía asesinar al Detective Morr, miembro del Clan Boromar.
Para poder acercarme a él no solo tenía que engañarlo, sino que tendría que ganarme su confianza, para que no dudase ni un ápice de mí. Elegí estudiar una nueva “Persona”, su mejor amiga y compañera del clan, la Sargento Germaine Vilroy. Con ese objetivo usé una de mis personas ya aprendidas, un miembro de la guardia de Sharn que utilizaba a menudo, pero esta vez lo maté y lo suplanté del todo. Conseguí entrar en la misma oficina que la Sargento Germaine, verla trabajar de cerca y comencé a estudiarla, pero eso no sería suficiente.
Cada viernes por la noche la Sargento acudía a un bar de Forjados bastante rancio llamado “El Carnaval de Engranajes”, y yo cada viernes utilizaba una “Máscara” para estudiarla en un ambiente más relajado, para verla ser ella misma y conocer a sus amistades. Así vi por primera vez a Morr, a Carbón y a Manchas. Seis meses después de estudiar a la Sargento Germaine, tanto en su ámbito profesional cómo en su círculo cercano, creí que estaba preparado. Pero entonces me di cuenta de algo más, me faltaba una capa, me faltaba ver su dinámica dentro del Clan Boromar, pero entrar en el Clan parecía lo más complicado de todo.
Entonces empecé a tirar de contactos y descubrí que había una traficante de droga llamada Leizsa que trabajaba para el clan y que ya había interactuado alguna vez con ella con mi “Persona” actual, el miembro de la Guardia de Sharn. Decidí tratar de ganarme su confianza y que me contase cosas del Clan. Fui cada vez más amenudo a comprar su humo arcoíris y cada vez me daba más conversación. Así descubrí que los miembros del Clan Boromar se reúnen en clubs nocturnos y que el club nocturno al que acudían Germaine, Morr y el resto del grupo, cuando no estaban en ese antro para chatarras, se llamaba Castar’s Nightclub. En este sitio se solían celebrar fiestas de distintos tipos y, mediante algo de investigación para descubrir el signo y seña de entrada y las fechas de las fiestas, utilicé máscaras para ir entrando en ellas. Una vez me podía mover con confianza dentro del Castar’s y que me sentía confiando con el lugar, terminé de estudiar a Germaine.
Un par de meses después empecé a buscar la ocasión de quitármela de en medio para poder suplantarla. No tuve que esperar demasiado, pues el destino me fue favorable y en una redada de la Guardia a los Daask, en la que participé junto con la Sargento, esta acabó bastante herida. Yo solo tuve que terminar el trabajo. Actualmente, llevo más de un mes infiltrado en el Comando Boromar de Morr y este no duda ni un ápice mí. Ahora solo queda esperar al momento perfecto para acabar con él. ¿Será ese momento durante la búsqueda del dinosaurio?