“La Última Mirada” es el sobre nombre que recibe esta monstruosidad . Digna de leyendas e historias de taberna en las que cada vez que se habla de ella se le atribuyen más poderes y su letalidad aumenta. Es difícil diferenciar lo que es un testimonio auténtico de lo que no.
La única certeza es que no le gusta la luz del sol y que muy pocos la han mirado y han escapado para contarlo, y los que dicen haberlo hecho, demuestran signos notables de haber perdido la cabeza.
La verdad tras nuestra bestia es sencilla. Antaño animal y espíritu protector de los bosques. Fue corrompida por alguna clase de mal increíblemente poderoso y ahora acecha en la noche, usando las sombras como abrigo y cazando de una manera tan antinatural que provoca pesadillas.